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Miranda de Ebro, Burgos

CIRUGIA PRK

Buenos días

Hoy hablaremos del otro tipo de cirugía láser la PRK (Photorefractive keratectomy ) o queratectomía fotorrefractiva, que como sabéis se utiliza para tratar defectos de miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia

 

La técnica PRK fue inventada a principio de la década de los ’80. Pero fue en 1995 cuando la FDA la aprobó.

La diferencia entre la técnica LASIK (explicada en capítulo anterior) y esta técnica, reside en cómo exponemos el estroma corneal (ver capítulo de partes del ojo) para poder posteriormente usar el láser excimer para corregir la graduación que tiene el paciente

Así, en esta técnica lo que hacemos es quitar el epitelio corneal mediante la instilación de alcohol diluído, el cual mantenemos sobre la córnea durante un tiempo variable entre 5 y 30”, bien sobre un pocillo, bien empapada en una celulosa. Este alcohol lo que hace es debilitar el epitelio para después con una espátula poder separarlo completamente y así aplicar posteriormente el láser excimer sobre el estroma.

La cirugía se realiza con anestesia tópica aunque, personalmente, en todos mis quirófanos tengo anestesista, el cual pone medicación relajante a los pacientes para hacer mas llevadero el proceso.

Realizamos la cirugía de los 2 ojos en el mismo acto quirúrgico, y el tiempo aproximado de todo el proceso es aproximadamente 10 minutos.

Una vez terminado el proceso colocamos a los pacientes “unas tiritas”, siempre utilizo este término en lugar de lentes de contacto blandas, para que los pacientes no confundan esta cirugía con otra que explicaremos posteriormente de lentes intraoculares.  Estas lentes de contacto estarán protegiendo al ojo entre 3-7 días, que es el tiempo que tardará el epitelio en regenerarse. Es por eso por lo que tenemos que quitar el epitelio para dar el láser. Porque de lo contrario, si diéramos el láser directamente, cuando el epitelio regenerase no tendríamos el efecto deseado de eliminación de dioptrías.

Después de la intervención el paciente va a casa y puede realizar, si se encuentra bien, vida prácticamente normal: lectura, móvil, televisión, tablet, pasear,….. aunque advierto la visión estará alrededor del 50% de la visión que tenía con gafas o lentes de contacto.

Como hemos comentado, entre 3-7 días después de la cirugía quitaremos las lentes de contacto, y a partir de ese momento la visión se recuperará progresivamente, siendo al menos igual que antes con lentes de contacto o gafas en mas del 95% de los pacientes a los 3 meses de la intevención.

¿por qué hacemos LASIK o por qué hacemos PRK?

Habitualmente realizamos el proceso LASIK debido a la rápida recuperación visual del paciente, el 95% de los pacientes al día siguiente tiene una visión ya casi similar a la previa con corrección antes de la cirugía. Y dejamos la técnica PRK para casos concretos:

  • Pacientes con ojo seco (dentro de estos, englobamos a usuarios de lentes de contacto durante muchos años, y que vienen porque no toleran las lentes de contacto)
  • Pacientes con córneas delgadas (como hemos comentado en otro capítulo, el láser, lo que hace es evaporar tejido estromal, y a mayor cantidad de dioptrías, evapora más cantidad de tejido, por lo que si la córnea es delgada, podría ser que no dejáramos los márgenes adecuados despúes de la cirugía y entonces podríamos emplear la PRK
  • Pacientes que practican deportes de contacto o tienen trabajos en los cuales podrían darles algún golpe en el ojo. Ya que si se les hiciera un LASIK, al recibir el golpe, podría desplazarse el bolsillo que realizamos. En cambio en la técnica PRK, al no haber bolsillo, no se puede desplazar.

Y ahora, lo más importante, las posibles complicaciones de la PRK. Cómo cualquier cirugía existe posibilidad de que haya complicaciones, aunque las cirugías refractivas son las cirugías mas seguras puesto que la tasa de complicaciones es <1%, de ahí la importancia de conocerlas y sopesar riesgos y beneficios de realizarla.

  • Haze:

Un haze es una cicatriz corneal. Estas cicatrices pueden implicar visión borrosa u opacidad corneal en determinadas partes del campo de la visión. Se suelen clasificar entre 0 y 4 dependiendo de las alteraciones que puedan producir, siendo 0 una alteración visual nula, y 4 el grado más elevado.

  • Aberraciones visuales:

Bajo este término, se engloban una serie de problemas visuales que pueden aparecer después de cualquier operación que afecte a los ojos. Algunos de estos problemas visuales serían la disminución de sensibilidad al contraste, mala visión nocturna (halos), facilidad de deslumbramiento o dificultad para conducir por la noche.

  • Ojo seco o dolor ocular crónico:

Esto se debe a que tanto la calidad como la cantidad de la lágrima de los ojos no son las adecuadas y, en consecuencia, el ojo presenta molestias que, en los casos más graves, pueden llegar a ser dolorosas. En estos casos, se recomienda complementar la lágrima natural del ojo con lágrima artificial para mejorar su lubricación.

Retoque: Como hemos dicho anteriormente, los resultados visuales son satisfactorios en el 95% de los pacientes. Dentro de ese 5% de pacientes, hay algunos que su visión no es buena porque el láser no ha corregido todo el defecto refractivo, es decir, ha quedado algo de graduación, por lo que una vez estabilizada nuevamente la graduación tendríamos que volver a aplicar láser. Habitualmente, cuando a un paciente le decimos que puede operarse, contamos siempre con la posibilidad de que el retoque pueda realizarse en caso de necesitarse. En caso de que no fuera posible, yo siempre lo advierto para que el paciente lo tenga en cuenta antes de tomar la decisión. Lo que sí tenemos que tener claro es que a un mayor número de cirugías corneales, la calidad visual irá disminuyendo, de ahí la importancia también de saber si conviene o no el realizarlo, si consideramos que la ganancia no será elevada.

Infecciones corneales:  Son muy raras, pero son graves, como cualquier infección que tiene lugar después de una intervención, de ahí la importancia de seguir el tratamiento postoperatorio indicado por el doctor.

Debido a esto, de ahí la importancia de valorar riesgos-beneficios antes de la intervención. La mayoría de los pacientes que operamos, son pacientes portadores de lentes de contacto, tenemos que saber que estas no están exentas de riesgos, el más grave los abscesos corneales, pero también otros muchos como ojo seco crónico o irritaciones crónicas por su uso continuado… estos factores también hay que tenerlos en cuenta en la decisión.

Y por último, qué es lo que esperamos de la cirugía: la mayoría de los fracasos cuando operamos a alguien se deben a las expectativas de los pacientes, por eso es importante saber lo que esperamos cuando nos operamos!!. Yo, siempre le digo a los pacientes que si esperan ver como un “Superman” que no se operen…. Lo que pretendemos con la intervención es mejorar la calidad de vida de los pacientes, es decir, que vean como veían previamente con gafas o lentes de contacto pero sin tener que llevarlas.

Y hasta aquí nuestro blog de hoy

Un saludo

Pío J. García

 

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